El comercio electrónico es una tendencia que mueve una gran parte de la economía mundial. Están presentes en gobiernos y grandes empresas. El mundo globalizado, su vertiginosa competitividad y la rapidez para concretar negocios han impulsado el desarrollo del comercio electrónico, modificando la forma de vender y comprar productos o servicios en Internet.
Esta modalidad de hacer negocios ha experimentado una notable evolución, pasando de ser un simple catálogo de productos o servicios, construido a partir de una página estática, a convertirse en un medio eficaz para realizar negocios. Existen tres tipos de comercio electrónico: Business to Business (B2B), Business to Consumer (B2C) y Consumer to Consumer (C2C). Estados Unidos y los países europeos y asiáticos han sido los pioneros en adoptar esta tendencia comercial.
Según el “Global B2C E-commerce” 2019, esta modalidad generó más de USD 2 trillones. Asia captó un 44%, mientras que entre Europa, 26% y Norteamérica el 26%. Sudamérica muestra un 2%. Sin embargo, este 2020, evidencia una mayor captación, estimándose USD 4 trillones y para el 2027 se estima USD 7.9 trillones. En cuanto a América Latina, el crecimiento se ha duplicado con respecto al 2019.
Las estadísticas demuestran que la cultura del e-business cada día está tomando más fuerza debido a las ventajas que ofrece: fácil accesibilidad, agilidad, facilidades para pagar, horarios ilimitados, no hay aglomeraciones y en cierta forma seguridad. Esto conduce a una optimización del tiempo, lo que es un lujo en la actualidad. Los procesos de compra y venta se han globalizado mediante el uso de plataformas como Alibaba, Amazon, Best Buy, JD.com, Tesco, Wal-Mart, entre tantas miles. Se cuenta ya con excelentes servicios de posventa, garantía de los productos, entrega oportuna con las especificaciones requeridas, promociones, descuentos y todas esas estrategias que incentivan la fidelidad de los compradores. Asimismo, son grandes las facilidades de pago a través de servicios como los que ofrecen, por ejemplo, Paypal, Google Wallet y mucho otros más.
Es así como el internet no conoce fronteras, pudiendo así vender a un mercado local, nacional e internacional. Las herramientas novedosas que utilizan para la logística, promoción y finanzas permiten llegar a los potenciales clientes sin importar su ubicación.
En el Ecuador, el número de usuarios y la demanda de productos a través de canales de comercio electrónico tuvieron un crecimiento impresionante en el contexto de la emergencia sanitaria, frente a las estadísticas registradas en años anteriores, según información de la Cámara Ecuatoriana de Comercio Electrónico. Durante los meses de marzo y abril de este año, se registraron ventas mediante comercio electrónico por unos USD 500 millones, casi un recio de las ventas realizadas en todo el 2019. Considerando el éxito logrado, se organizan más ferias virtuales y otras estrategias.
El comercio electrónico también favorece la actitud emprendedora en nuestro país. Ante las dificultades económicas como por ejemplo no poder contar con un local o con un capital de trabajo suficiente, esta modalidad de hacer negocios solo requiere de una buena plataforma, buena publicidad, óptimo uso de las redes sociales y pocas personas que trabajen en las ventas. Se evidencia en las redes que proliferan durante esta pandemia los nuevos empresarios.
Sin duda alguna, el próximo “Black Friday” y el “Cyber Monday”, constituirán excelentes oportunidades para una rápida reactivación y oportunidad para mejorar las condiciones de vida en el país.