No existe en la actualidad ninguna duda de la estrecha relación que tiene la economía con la vida y desarrollo de una sociedad. Incluso, la Teoría del Capital Humano postula que la inversión estatal en la educación ofrece múltiples beneficios en términos de obtención de salarios más altos. Como lo explica James Heckman, desde el momento en que la vinculación económica tiene una relación con la vida de todos los seres humanos, es inexorable que ésa tenga injerencia directa con el proceso educativo de un país. A estos criterios se añaden los de los premios Nobel T.W. Schultz y Gary Becker, quienes sostuvieron que la educación explica el crecimiento (Teoría del Capital Humano).
Adam Smith decía que el hombre bien preparado puede igualarse en el proceso de producción a una máquina cara; pero lamentablemente la situación económica actual pareciera no respetar más esta idea. Actualmente, la relación entre preparación académica y un nivel de ingreso personal alto quizá ya no sea tan equitativa, sigue siendo un instrumento más para lograr dicho propósito. Pero, existen otros factores macroeconómicos que han limitado lamentablemente el nivel de vida de nuestra sociedad.
La relación ya tan directa de educación y economía ha detonado un importante incremento de desigualdad en las sociedades más vulnerables. Estas sociedades están representadas con un PIB que en muchos casos solo cubre sus necesidades básicas y algunos no alcanzan ni ese propósito mínimo. Son sociedades fáciles de corromper y de ser manejadas por los grupos de poder o movimientos políticos. Por otro lado, se convierten en economías poco productivas y con escasa competitividad.
Entender y dedicar en gran parte la economía a la educación es sin duda una forma de fortalecer las interconexiones existentes entre todos los factores que tienen que ver con la forma en que la sociedad puede explicar los fenómenos sociales, políticos, económicos que se presentan en una sociedad tan compleja y dinámica como la nuestra.
Esta influencia atroz de lo macro sobre lo micro es la razón primordial por la cual toma muchísima relevancia el proceso educativo interno de cada país. Por tanto, el Estado debe dedicar mayores recursos para fortalecer los procesos educativos y calidad de la educación. En el caso de nuestro país, debe duplicarse la asignación hacia este tan importante sector.
Son la información y el conocimiento las que pueden dotar a los miembros de nuestra sociedad de todos los elementos que les permitan entender, analizar y después transformar la realidad en la que habitan. Se debe luchar por influir en el traslado de la información, de manera que los estudiantes puedan ser capaces de desarrollar la habilidad para desentrañar un mundo que pareciera estar convulsionado y confundido.
Es muy interesante poder analizar las características que provienen del modelo educativo en los países con mejores resultados en términos de crecimiento económico, índices de desarrollo humano, de Coeficiente Gini. Los países escandinavos son los más avanzados en términos de calidad educativa. Esto se debe, en gran parte, a la importancia que dan sus respectivos gobiernos al sector de la educación, asignando un gran porcentaje de sus presupuestos. Esta prioridad que otorgan tiene un profundo efecto en la economía nacional e individual. El conocimiento es la herramienta fundamental que hace al ser humano libre y capaz de saber manejar las circunstancias que están a su alcance para poder crear una mejor forma de vida que influya en la transformación primero, de la realidad de los suyos y después porque no, en la realidad colectiva nacional.
Para concluir, vale resaltar que desde el principio de los tiempos se ha reconocido la importancia que tiene el conocimiento y el aprendizaje. Platón mencionó: “Si un hombre deja de lado la educación, camina cojo hasta el final de su vida.”